
Fonoaudiólogo Diego Rodríguez.
Los oídos representan una parte del cuerpo humano tan importante como sensible y el escuchar
es un bien muy preciado que nos brinda una mejor calidad de vida, permiten conectar con otras
personas y comunicarnos con facilidad. La audición, sin duda, mejora todos los hábitos y acciones
rutinarias de nuestra vida. Pero para disfrutar de todos los sonidos es clave el cuidado adecuado
de los oídos, si no sigues unos hábitos saludables para tu audición, podrías llegar a perderla de
forma parcial o completa. Por lo tanto, el cuidado de los oídos se presenta como algo esencial en
el día a día y a lo largo del ciclo de la vida.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), afirma que más de mil millones de adultos
jóvenes corren el riesgo de sufrir una pérdida auditiva evitable y permanente a causa de prácticas
inseguras. Todo ello a menos que se tomen medidas para evitarlo.
En la salud auditiva, la importancia del diagnóstico precoz y su cuidado son claves. Hay varias
formas sencillas pero muy eficaces de cuidar los oídos y no perder la audición. El Decálogo de
Cuidados del Oído de la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello
(SEORL-CCC) aconsejan:
1. Evitar la exposición prolongada a ruidos intensos: se recomienda evitar estar expuesto a
fuertes fuentes de ruido. Por ejemplo, algunos lugares u objetos cotidianos como
auriculares, bocinas, altavoces en concierto, industrias, obras de construcción, estadios
deportivos, entre otros, pudiendo resultar muy dañinos e incluso llegar a mermar la
audición si su volumen es demasiado alto o excesivo. Disminuir el volumen de la
televisión, radio y equipos de sonido o reproductores de música nos ayuda a preservar
mejor la audición. En caso de estar expuesto a ruidos fuertes utilizar tapones o cascos con
auriculares aislantes del sonido, estos elementos de protección auditiva ayudan a que
nuestra audición no se vea dañada por sonidos demasiado intensos.
2. Evitar introducir objetos en el oído: no introduzcas ningún objeto en esta zona. Es decir,
que para un buen cuidado de los oídos no debes meter ningún objeto rígido como por
ejemplo un cotonete, llave, fosforo o tapa de lápiz, aunque pretendas limpiar, ya que
nuestros oídos tienen sus propios mecanismos de limpieza y protección; Estos objetos
mencionados anteriormente no están especialmente pensado para la limpieza, ni para la
protección o cuidado de los oídos, lo mejor es que lo alejes del canal auditivo para evitar
cualquier posible daño. No utilices ningún objeto o sustancia sin indicación médica que
pueda perjudicar nuestra salud auditiva. Por tanto, no usaremos aceites, soluciones
salinas, gotas o agua oxigenada en el interior del oído, sin consejo de un especialista.
3. Evitar los medicamentos ototoxicos: evita la automedicación debido a que existen
medicamentos que pueden causar daño a la audición, muchos de estos medicamentos se
incluyen dentro del grupo de los antibióticos y podrían afectar a tu audición de manera
hipotética e indirecta. Ten en cuenta que el médico es el profesional idóneo y siempre
pensará en la indicación de medicamentos que favorezcan el bienestar de tu salud y el
cuidado de tu cuerpo y oídos.
4. Acudir al médico ante cualquier problema: en el caso de inflamación, dolor,
taponamiento, zumbidos o secreción de oído, así como en caso de pérdida auditiva
aunque se mínima, lo mejor es que acudas a un profesional otorrinolaringólogo. El hecho
de aplicar unas simples gotas sin prescripción médica puede resultar muy perjudicial para
tu salud auditiva, debido a que si tuvieras una pequeña perforación, la aplicación de
cualquier sustancia podría hacerla más grande o infectarla. Por tanto, para el correcto
cuidado de los oídos, es imprescindible la opinión de un médico que determine cuál es el
daño y qué procedimiento se debe seguir para el correcto cuidado de los oídos.
5. Extraer tapones de cerumen: si se te forma un tapón de cerumen (la cera que se acumula
en los oídos), acude a un médico otorrinolaringólogo para su extracción. El mejor cuidado
de los oídos consiste en dejarlo en manos de los profesionales; si tú mismo intentas
desatascarlo con diversos líquidos o un bastoncillo, es posible que consigas removerlo,
pero los efectos secundarios se pueden traducir en una micro-rotura interna. Tampoco
debes esperar demasiado tiempo para retirar un tapón, porque cuanto más tiempo pase
mayor será la molestia y más aumentarán las probabilidades de que el daño acarree
consecuencias para tu oído y para tu audición.
6. Prevenir infecciones: principalmente durante el baño recreativo, sobre todo público ya
sea mar o piscina, debemos prestar atención a prevenir infecciones porque el agua puede
estar contaminada. Evita por sobre todo las aguas estancadas. En todo caso es
recomendable siempre ducharse antes y después del baño en estas, así como el uso de
protecciones auditivas en el caso de que el especialista así lo determine.
7. Hazte revisar el oído frecuentemente: además, si sufres de algún factor de riesgo como
hipertensión, diabetes o colesterol, es recomendable que te sometas a una consulta
auditiva con cierta frecuencia, se sugieren que dichas consultas se lleven a cabo cada 6 u
8 meses a partir de los 50 años.
Aunque la pérdida auditiva puede aparecer a cualquier edad, es cierto que las personas mayores
suelen ser las más afectadas. La presbiacusia es un déficit auditivo a causa de la edad que suele
manifestarse a partir de los 60 o 65 años.
¿Qué es la presbiacusia?
Así como la pérdida auditiva se conoce como hipoacusia, la pérdida auditiva producida por la edad
es conocida como presbiacusia. Esta se origina debido al deterioro de las células ciliadas del oído,
encargadas de detectar y transmitir los sonidos al cerebro, las cuales no se regeneran.
La presbiacusia es uno de los trastornos más comunes en los adultos mayores y se produce de
forma progresiva. Se estima que esta alteración auditiva es la tercera enfermedad crónica con más
prevalencia en personas mayores, tras la hipertensión arterial y la artritis. Afectando
generalmente a ambos oídos, soliendo aparecer alrededor de los 50 años y se acentúa a partir de
los 60 años.
Aunque tener una pérdida de audición puede hacer que se reduzca la calidad de vida, siguiendo
los siguientes consejos podrás conseguir una óptima calidad auditiva.
- Usar los audífonos adecuados: en este sentido, la elección de un buen audífono es
fundamental. Antes de mirar el precio, hay que asegurarse de que el tipo de audífono
elegido satisface todas las necesidades auditivas. Además, es conveniente que se adapte al
estilo de vida, en aspectos como recargabilidad, conectividad, resistencia, entre otros. - Cuidar los audífonos: es algo esencial, se debe evitar mojarlos si no están diseñados para
ello, apagarlos cuando no se usan, limpiarlos de forma adecuada, retirar las pilas si no se
usarán por un periodo extenso, así como recordar hacerles mantenimiento y las
reparaciones necesarias. También es importante guardarlos en un lugar seco, fresco y
seguro. - Hacerse revisiones periódicas: la pérdida auditiva suele ser progresiva, sobre todo aquella
producida por la edad, por lo que estar atento a la salud auditiva es importante para
reducir al máximo su deterioro. Las revisiones periódicas sirven para valorar los niveles de
audición, reajustar los audífonos si es que ha habido un cambio y prevenir que la pérdida
auditiva siga empeorando, en el caso de los pacientes de la tercera edad, se recomienda
realizar pruebas auditivas por lo menos una vez al año.
Eliminar el ruido de fondo: mantener una conversación en un lugar ruidoso puede ser
difícil para una persona con déficit auditivo. Un ambiente sin ruido de fondo, como el
televisor o la radio, hará más fácil entender las conversaciones. Al reducir el esfuerzo, eso
también evitará el cansancio al final del día, lo que se traduce en una mejor calidad de
vida. - Comunicar a otras personas la situación: informar a los demás de ello puede ser
beneficioso. Esto les hará saber que deben tomar medidas adecuadas para comunicarse
con la persona afectada; hablar de forma clara, mirarle de frente, tener paciencia, habla
alto, claro y pausado, sin gritar; respetar los turnos, reformular las oraciones, evitar los
espacios ruidosos, utilizar frases cortas y sencillas.
En definitiva la salud auditiva representa un bien sumamente preciado para las personas mayor y
su deterioro se ha relacionado con desenlaces adversos a nivel funcional, cognitivo, afectivo y
social. Por ende es fundamental la identificación temprana de pérdidas auditivas, el seguimiento
de consejos para el cuidado auditivo, así como también el manejo de factores de riesgo para
fortalecer el desarrollo y mantenimiento de la capacidad auditiva.
Referencias:
https://centroauditivoestaire.com/blog/salud/nueve-consejos-para-el-cuidado-de-tus-oidos.php
https://www.grupogamma.com/presbiacusia/
https://www.eldiario.es/era/diez-consejos-no-perder-calidad-auditiva_1_8695098.html
https://www.elrincondelcuidador.es/otros-cuidados/perdida-de-audicion-en-mayores
https://blog.audifono.es/consejos-para-sordera-tercera-edad/
Morros-González E, Morsch P, Hommes C, Vega E, Cano-Gutiérrez C. Retomando los sonidos:
Prevención de la hipoacusia y rehabilitación auditiva en las personas mayores. Rev Panam Salud
Publica. 2022;46:e86. https://doi.org/10.26633/ RPSP.2022.86